Asanas o Posturas de Yoga

Las asanas o posturas del yoga, tal como las conocemos hoy en día en occidente, son un sistema científico de ejercicios desarrollados a partir del siglo XII por los yoguis. Estás posturas buscan el mantener el nivel optimo de salud en el individuo, que le permitirán dedicarse a la practica de la meditación durante una larga vida. Pero las asanas no solamente mantienen la salud del cuerpo al estimular la circulación, desbloquear las articulaciones, impartir tono a los músculos y masajear los órganos internos, sino que también ayudan a calmar y controlar la mente.
Asana, en el contexto del Tantra, que es en el que se desarrolla la práctica del Hatha Yoga, significa más una actitud interna, una manera de estar, que una postura. Estas técnicas se han ido desarrollando hasta el día de hoy y actualmente existen cientos de posturas y de variantes que conforman lo que conocemos como "Hatha Yoga", que se compone de un conjunto de técnicas: ejercicios de respiración, ejercicio físico y técnicas de relajación, que persiguen el mantener una salud optima y una mente tranquila y ecuanime.
Antes de que surgiera el Tantra las técnicas del yoga no trabajaban con el cuerpo, sólo existian técnicas de meditación, y cuando se hablaba de "asana" se referían únicamente a la postura que se usaba para la meditación y ésta se describia como "estable, firme y cómoda".
Los practicantes de yoga saben muy bien que las posturas o "asanas" que practicamos hoy en día no son muy "cómodas" al principio, pero con la práctica regular y asidua de las mismas, y manteniendo la "actitud" adecuada, que es la base de la práctica, se va alcanzando un grado de bienestar díficil de imaginar cuando comenzamos la practica del Hatha Yoga. Los asanas del yoga son totalmente diferentes del ejercicio vigoroso o extenuante: en los asanas se alternan los períodos de movimientos lentos y suaves, acompañados de una respiración profunda, con períodos de inmovilidad total, lo cual crea una relajación profunda en los músculos y en los nervios. Durante la práctica de los asanas la energía vital crece en lugar de gastarse. Por lo tanto, mediante una práctica regular de asanas el Yogui almacena energía interna que usará la mente para obtener una conciencia superior. Al aprender a acallar los nervios y a mantener el cuerpo totalmente quieto durante cierto período de tiempo se desarrolla el control sobre los sistemas nervioso y muscular, y se obtiene el grado físico necesario para realizar largas meditaciones. Pero el efecto más importante de los asanas es sobre las glándulas endocrinas. Las glándulas endocrinas tienen una profunda influencia sobre nuestras emociones y sobre el estado de nuestra conciencia. La sutil presión de los asanas sobre las diferentes glándulas afecta las secreciones hormonales e imparten equilibrio emocional y paz mental. A estas glándulas también se las conoce como "glándulas sin canales" porque sus secreciones pasan directamente a los canales sanguíneos en lugar de a canales propios. Las glándulas endocrinas son el páncreas, la tiroides, la paratiroides, las suprarrenales, las gónadas, la pituitaria y la pineal. Se ha comprobado que las emociones mentales tales como el miedo, la tristeza, el enfado, los celos, el odio, el amor y la alegría afectan a nuestros cuerpos, especialmente al sistema endocrino, dependiendo de su grado de intensidad. En casos extremos de tristeza o miedo, incluso puede sobrevenir la muerte. Estas emociones son como ondas de shock que afectan al sistema nervioso y llevan a la degeneración de las glándulas endocrinas. El sistema endocrino está controlado por los nervios simpático y vago. El efecto curativo de los asanas sobre las glándulas junto con su influencia relajante es por lo tanto de vital importancia. Esta habilidad de permanecer equilibradamente relajado tiene un efecto psicológico importante. Los yoguis, a través de su entrenamiento físico, aprenden gradualmente a mantener un equilibrio psicológico inalterable, a conservar una perfecta calma psicológica en cualquier ambiente o circunstancia.

Consejos Generales para la Práctica de los Asanas

    Mª Pilar Barroso
Los asanas, como cualquier disciplina, requieren el seguimiento de ciertos principios o reglas básicas. Para obtener los mayores beneficios de su práctica y para prevenir ciertas reacciones adversas, seguiremos las siguientes reglas como parte integral de la práctica de los asanas:
  • No practicar asanas con el estómago lleno. Dejar de 1,5 a 3 horas después de la comida, dependiendo de cuanto se haya comido.
  • Recordar siempre que el yoga no es una practica competitiva. Es más importante cómo uno se siente al practicar cualquier determinada asana que la forma o la posición que uno alcance.
  • Mantener presentes durante toda la práctica los siguientes principios, que conforman la actitud con la que debemos acercarnos a la práctica: - Mantener la respiración consciente, fluida y cómoda todo el tiempo. - Aprender a coordinar la respiración con el movimiento, para no hacer esfuerzos al ejecutar la postura ni al mantenerla. - Estar muy conscientes de cómo uno se siente al mantener la inmovilidad en la asana, aflojando en todo momento cualquier tensión innecesaria, relajando cualquier músculo que no nos esté ayudando a mantener la postura, sobre todo mantener siempre relajados los músculos del pecho, cara y cuello.
  • A pesar de que es preferible mantener la asana durante periodos cada vez más largos de tiempo, al principio mantenerlas sólo el tiempo que uno pueda hacerlo con comodidad, deshaciéndola en cuanto nos empecemos a sentir demasiado incómodos.
  • No practicar asanas al aire libre cuando hace frío, puede resultar en que cojamos un resfriado. Mientras se practican asanas en una habitación se debe tener aire fresco, preferentemente las ventanas abiertas en verano, cuando haga frío calentar la habitación. No se debe permitir que entre humo en la habitación.
  • Usar ropa cómoda que nos permita libertad de movimientos. Los pies descalzos.
  • Practicar los asanas sobre una alfombrilla antideslizante. Guardar siempre esta alfombrilla y usarla solamente para la práctica de los asanas.
  • La respiración debe fluir libremente a través del orificio izquierdo o de ambos orificios. Si el orificio izquierdo está cerrado no se deben practicar asanas. Los orificios izquierdo y derecho se alternan en el predominio de la respiración a intervalos regulares y corresponden con la circulación de la energía sutil y cruda respectivamente. Los asanas deberían practicarse cuando están circulando las energías sutiles. Se puede abrir el orificio izquierdo tumbándose sobre el lado derecho con la cabeza apoyada sobre la mano y el codo, respirar regularmente durante unos minutos.
  • Es preferente seguir una dieta vegetariana, esto ayuda a mantener nuestro organismo más limpio y a que el sistema digestivo trabaje menos. No obstante, esto no es un requisito para la práctica del Yoga, cada persona debe elegir libremente que alimentos quiere tomar. Es importante aprender a ser consciente de cómo nos sientan los alimentos que ingerimos y elegir aquellos que mejor digerimos y que mejor nos sientan.
  • Antes de practicar asanas es aconsejable tomar una ducha que termine con agua fría, esto relajará nuestro cuerpo preparándolo para la práctica. Si no tenemos suficiente tiempo podemos lavarnos la cara, antebrazos y brazos.
  • Al terminar los asanas practicar al menos 3 minutos de relajación, preferiblemente la relajación debe ser de entre 10-20 minutos.
  • Después de la relajación es preferible no ducharse y no comer durante al menos media hora.
  •  Es aconsejable no practicar las posturas invertidas cuando se está con la menstruación.

Sidhartha Gautama - Buda

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"Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado;
está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos."
Así que "cuidado con lo que pensais", que nos dice siempre Madhava.

Las Cuatro Nobles Verdades (Buda)

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  1. La existencia del Sufrimiento: Toda existencia es sufrimiento, todo es sufrimiento, nada es felicidad completa, el sufrimiento está siempre presente.
  2. La razón del Sufrimiento: El sufrimiento surge del deseo y del karma negativo, creado por acciones no-virtuosas. La causa de estas acciones, o sea, el origen y porqué del sufrimiento, son los cinco venenos (odio, apego, ignorancia, orgullo y envidia).
  3. El sufrimiento puede ser vencido. Para terminar con nuestro sufrimiento hay que embarcarse en un estudio para hallar sus causas y comprobarlas por uno mismo, y después, eliminarlas. Hay que suprimir los cinco venenos y realizar acciones virtuosas, creando karma bueno.
  4. El Sendero que conduce a la extinción del sufrimiento es el Noble Óctuple Sendero: el sendero de los Ocho Principios